No sé ni dónde ni cómo
ni con quién estarás.
Sólo espero que estés
bien,
que no estés sola, nada
más.
Que tengas junto a ti lo
que
más quieres, que seas
feliz con lo que tienes.
Jamás te recuerdo, porque
nunca te olvido.
tu voz, tu pelo, tus
gestos...
y que no eches de menos
aquello que perdiste:
tus amigos, tu infancia,
tus sueños...
Creciste rápido,
aprendiste deprisa
y maduraste pronto.
Siempre fuiste por
delante,
luchaste con pasión y fe,
por tu amor, pero no por
ti.
Creíste en él y no en ti
misma.
Orgullosa y cabezota para
todo
menos para lo que te
convenía.
Pasaste de alegre a
seria,
de despreocupada a estar
terriblemente atareada,
de divertida a aburrida,
de ser atrevida a lo más
recatada,
de loca a demasiado
cuerda,
de preferir ciento
volando a conformarse con pájaro en mano,
de ser una cría a creerte
mayor.
No olvides que aunque
creías que no encajabas,
que pensabas nadie te
apoyaba
alguien, aunque sólo
fuese en parte
quiso siempre estar a tu
lado,
escucharte y animarte.
Por eso sólo espero que
seas feliz
que aunque la cagases
la vida no te haya
machacado más,
que no eches de menos
nada ni a nadie.
Espero que está vez si
algo te sucediese
pudieras salir del
atolladero en el que estés.
Aquí alguien siempre
estará deseando oírte y verte de nuevo.
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