Un día más te levantas, corres la cortina y lo ves todo
gris.
Pero sólo depende de ti el tomarte el tiempo como señal
de que el día que comienza va a ser igual de triste y monótono como el cielo
que ves desde tu ventana.
La verdad es que no sé muy bien si aquí a la gente le da
igual el tiempo, porque lo tienen asumido, o miran para el suelo porque las
nubes son demasiado pesadas para mirar más allá de ellas.
A mí me encanta salir a correr con el viento en contra.
Pedalear y notar cómo se me van pegando los pantalones a las piernas debido a
la lluvia... Y pese a todo, mirar el cielo, mirar hacia arriba y cerrar los
ojos para sentir mejor la sensación de cómo las gotas chocan contra mi cara.
Correr, siempre corriendo, esforzándome... para sentirme ¿viva?