En continuo movimiento.
Siempre moviéndose, no puede parar, no puede asentarse, siempre tiene algo que le reconcome.
Si se para estará al borde de la muerte, no de inanición, pero sí de aburrimiento.
Coloquialmente, culo inquieto.
Moverse parar mejorar.
Mejora personal, económica, profesional o simplemente por divertimento.
Lo más fácil, sencillo y cómodo es la última opción.
Lo ideal, sería la primera.
Pero el ir más allá de lo que uno se ve capaz siempre da miedo.
Tenemos miedo de nosotros mismos.
De lo que somos capaces de hacer, de lo que podemos llegar a hacer... o de no lograr aquello que nos proponemos.
Somos nuestro peor enemigo.
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