Esclavo de los deseos.
Vendido al mejor postor
aunque, quizás éste no sea
el mejor dueño al que uno aspira.
Siempre se puede encontrar algo mejor.
Se puede buscar a alguien mejor.
Resignarse o aceptar
lo que a uno llega,
tal como viene.
Disfrutar y aprender.
Aprovechar lo que se pueda
aceptar que las cosas fluyan.
Porque no puedes atrapar un rio
es mejor no quedarse con nada,
dejarlo marchar tal como vino.
Siendo siervo de los anhelos,
persiguiendo sueños magistrales
teniendo caprichos ambiciosos.
Sustentando una pasión
más allá de toda ambición.
A dónde lleva todo eso.
Qué hacer cuando se alcanza la meta.
Qué hay más allá del objetivo.
Todos somos cautivos.
El mundo nos seduce con su materialismo.
Por qué no nos fascinamos a nosotros mismos.
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