Fascinada por el hombre, su belleza y su fealdad. Pero sobre todo por su complejidad.
Gente espléndida.
Gente bella por fuera y podrida por dentro.
Gente pequeña que es enorme en el interior.
Gente hermosa que no cree en sí misma.
Gente que se cree hermosa y hasta lo aparenta.
Pero que es tan pequeña, que ni si quiera dejan huella.
Gente que es un lobo con piel de cordero.
Gente que no quiere crecer,
Que no hacen el mínimo esfuerzo por aprender,
Que no se interesa por nada,
Que no tiene ilusión, metas, nada.
Gente muerta.
Los cadáveres nos rodean.
El mundo está plagado de muertos vivientes.
Todo juega en nuestra contra para amilanarnos, para alienamos.
No es posible una revolución de las masas porque somos
seres aislados, ni siquiera animales.
Los animales luchan, nosotros sólo nos esforzamos por
sobrevivir.
El ser humano que no quiera ser mejor en algún aspecto de
su miserable vida no debería llamarse persona.
Es irrelevante nuestra existencia para el mundo, sólo
causamos destrucción a nuestro paso.
Aniquilamos lo que tocamos.
Creamos cosas con el fin de dejar una huella, de ser
recordados...los más ambiciosos en una memoria colectiva, los más egocéntricos
dejan su marca en cada ser que se cruza en su camino, en cada persona que pasa
por su vida.
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